Las comillas tienen varios usos en el idioma español, según nos dice la Real Academia de la Lengua Española (RALE).
Nosotros cogemos esa vertiente que sirve para indicar que una palabra o expresión es impropia o se utiliza con un sentido especial.

Y es así lo que pensamos que sucede con el término “discapacidad”.
No entramos en la necesidad de su existencia en términos legales de defensa y reivindicación de derechos de las personas afectas.
Pero sí que pensamos de una manera distinta a como se ha pensado en ella “toda la vida”.
De hecho, las definiciones que da el diccionario al prefijo “dis” son:

Apliquémoslo a las definiciones que parecen “más apropiadas”:
dis- 1 – 1.- Discapacidad: no capacidad. Contrariado con la capacidad. ¡Ofú esta
“qué mal suena”!
dis- 2 : Discapacidad: capacidad dificultosa o anómala.
Pero claro, ¿de qué capacidad hablamos?
O más bien: ¿de qué capacidades?

¿Entonces?
Pues que en LOTTO FORMACIÓN pensamos de manera distinta a “lo de siempre”.

Nuestra posición, por constatación de hechos (que es lo importante), es que todas las personas tenemos capacidades diferentes,
y las personas que la Sociedad “aglutina” bajo el término discapacidad, simplemente, también las tienen diferentes.
Y al ser diferentes, sus capacidades pueden y deben competir con las de cualquier otra persona.
Así que cuando LOTTO FORMACIÓN habla de discapacidad, se debe entender que lo hace “entre comillas”; así: “discapacidad”.
Porque el prefijo dis no es propio solo de unas personas, sino de todas.
Así que hablaremos de “discapacidad”, pero con un sentido especial, como dice la RALE.